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Al salir de 2020, Johanna Moynahan tuvo que enfrentar los hechos: las cosas no se veían muy bien.

La propietaria de Far Outfit en Retro Row, que vende ropa antigua reciclada, vio caer sus ventas y sus costos continuaron aumentando. Las cosas se estaban poniendo demasiado caras para que ella pudiera mantenerse al día.

A medida que la pandemia se prolongó hasta 2021 y 2022, los costos siguieron aumentando.

Moynahan no está sola en su difícil situación. Las pequeñas empresas de todo el país se enfrentan a las consecuencias de una tasa de inflación vertiginosa.

“Noté un cambio cerca del final del año pasado”, dijo Moynahan. “Los costos de los alimentos estaban subiendo, y los alquileres estaban subiendo, y acababa de renovar mi contrato de arrendamiento”.

“También tengo todos estos préstamos de los gobiernos y subvenciones, pero aún así no fue suficiente para cubrir las pérdidas”.

Alrededor del 22% de los 1,504 propietarios de pequeñas empresas que respondieron a una encuesta para el informe Tendencias económicas de las pequeñas empresas de la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB por sus siglas en inglés) en enero de 2022 creen que la inflación y sus diversas consecuencias son los mayores obstáculos para el éxito de sus empresas.

La NFIB Research Foundation ha publicado encuestas trimestrales desde el cuarto trimestre de 1973 e informes mensuales desde 1986. La preocupación por la inflación es la más alta desde la recesión de principios de la década de 1980.

En enero, cuando los dueños de negocios respondieron la encuesta, el país experimentó una tasa de inflación del 7.5% durante los 12 meses anteriores, informaría más tarde el Departamento de Trabajo. Fue el aumento más alto en 12 meses desde junio de 1982, cuando los precios aumentaban a tasas de dos dígitos, según la NFIB.

“La inflación está en el nivel más alto desde la década de 1980 y está teniendo un impacto abrumador en la capacidad de los propietarios para administrar sus negocios”, dijo el economista jefe de NFIB, Bill Dunkelberg, en el comunicado de prensa del informe.

El problema está golpeando a los propietarios de diferentes maneras. De los encuestados, el 34% de los propietarios que informaron ganancias negativas atribuyeron el problema al costo de los materiales, mientras que el 19% consideró que las ventas más débiles fueron la razón.

En Code of Harmony de Long Beach, una tienda y clínica para el cuidado de la piel que ofrece tratamientos faciales con cannabidiol (CBD) y otros productos botánicos, la propietaria Janet Schriever sintió los efectos del aumento de los costos de primera mano.

“Todavía he podido obtener los aceites y las cosas que uso para mis productos, pero algunas cosas han subido [en precio] 30-40%”, ella dijo.

Mientras el producto real en sí era accesible, los conflictos de envío con China crearon un problema completamente nuevo: el embalaje. Casi todos los envases de cosméticos provienen de China, dijo Schriever, y esto la dejó con un problema.

Dado que el embalaje estándar ya no era fácilmente accesible, tuvo que intentar encontrar reemplazos económicos. Pero los costos son más altos que nunca, y aún tiene que encontrar una solución sostenible.

Michele Mahoney hace algunas compras en Code of Harmony en Retro Row antes de que la propietaria Janet Schriever le haga un tratamiento facial el viernes 18 de febrero de 2022. Foto por Brandon Richardson.

“Hemos tenido algunas fallas con cosas como las tapas de los rociadores”, dijo Schriever, “porque ahora estamos obteniendo la peor calidad disponible, porque eso es todo lo que hay”.

“Tuve que pedir una gran cantidad de cierta botella que ni siquiera sabía que iba a usar porque no estaba segura de si eso era todo lo que iba a obtener”, Schriever agregó.

Los cambios de precios, el impacto más directo de la inflación, han sido inevitables para muchas empresas. En general, el 62% de los dueños de negocios encuestados informaron que cobraron precios de venta más altos a los clientes, mientras que solo el 5% informaron precios más bajos.

En Far Outfit, la necesidad de Moynahan de aumentar los costos tuvo tal efecto que hizo un gran cambio: Moynahan agregó una categoría completamente nueva de ropa a su tienda.

“Tuve que preguntarme, ‘Está bien, todos los demás están subiendo, pero ¿qué puedo hacer para reducir los costos?'”, Moynahan dijo. “La respuesta a eso fue traer mercancía de segunda mano, que cuesta menos para mí y cuesta menos para el consumidor. Así que comencé a hacer eso hace aproximadamente un año, y eso realmente ayudó mucho”.

Far Outfit define su mercancía vintage como 20 años o más, mientras que la ropa de segunda mano son artículos más recientes y baratos. En este momento, Moynahan dice que su mercancía de segunda mano, que comenzó a vender hace aproximadamente un año, consiste principalmente en pantalones cortos y camisetas, pero incluso esta selección limitada ha ayudado a impulsar sus ventas.

Schriever señaló que, si bien ha podido sobrellevar los costos y los precios en aumento con un grupo dedicado de clientes que creen en su producto, sigue siendo difícil.

“Tuve que aumentar mi estructura de precios, lo que no funcionó bien con las personas que ya están sufriendo en este clima”, dijo Schriever.

“Los consumidores son comprensivos hasta cierto punto, pero si ya no pueden pagar [las cosas], simplemente dejan de comprarlas”.

El costo de la mano de obra también es más preocupante ahora que antes, ya que el 11% de los dueños de negocios dicen que es su principal problema comercial.

Moynahan contrató con entusiasmo a varios empleados durante la pandemia, pero tuvo que despedirlos solo unos meses después cuando se hizo evidente que mantenerlos costaría más de lo que podía pagar.

Tanto Moynahan como Schriever están en la misma posición en este frente: quieren contratar pero no tienen los ingresos para hacerlo.

Moynahan en particular está buscando contratar pronto.

“No he tenido vacaciones en dos años y medio, y realmente me vendría bien un buen descanso largo”, dijo Moynahan.

“Aparte de eso, necesito ayuda”, Moynahan dijo. “Es muy desafiante hacer esto solo”.

Traducido por Fernando Haro