El candidato del Distrito Senatorial 33, Jack Guerrero, en Sacramento. Foto de cortesía.

El martes 4 de junio, los votantes decidirán a su representante en el Distrito 33.º del Senado estatal, ya sea la concejala demócrata de Long Beach, Lena González, o el concejal republicano de Cudahy, Jack Guerrero.

El distrito incluye las ciudades de las comunidades de Cudahy, Bell, Bell Gardens, Lynwood, Maywood, Signal Hill, Paramount, South Gate, Vernon, Walnut Park, Huntington Park y la mayor parte de Long Beach, junto con porciones de las ciudades de Lakewood y Los Ángeles.

El Long Beach Post está publicando perfiles de González y Guerrero tanto en español y jemer.  Los votantes también pueden encontrar amplia información en español sobre las elecciones, que incluye el estatus del registro, boletas de muestra y cómo encontrar el lugar que le corresponde para votar, a través de este enlace.  

 

Jack Guerrero no tenía la intención de regresar a su ciudad natal de Cudahy, ni de convertirse en político, cuando se fue siendo un adolescente después de recibir su carta de aceptación para estudiar en la Universidad de Stanford en Palo Alto.

Creció en un barrio difícil del sureste del condado de Los Ángeles en la década de los 80 y a principios de los 90, y dijo haberse enfrentado a provocaciones de miembros de pandillas locales en su camino a la escuela, fue testigo de la compra-venta de drogas, incidentes de violencia doméstica y experimentó la constante presencia de helicópteros de la policía sobrevolando su barrio.

“Era difícil ser un niño en esa época”, dijo Guerrero.

Hoy, es concejal de Cudahy durante en su segundo período, un cargo que ocupa desde 2013 y es candidato para la 33.acarrera estatal del Distrito para el Senado, que se decidirá el 4 de junio.

Se enfrenta a la concejala de Long Beach, Lena González, la candidata demócrata que cuenta con un gran apoyo, para representar a un distrito que incluye ciudades del sureste a lo largo de la autopista 710 que incluyen a Huntington Park al norte y la mayor parte de Long Beach al sur.

El puesto quedó vacante luego que Ricardo Lara fuera elegido como comisionado estatal de seguros el pasado noviembre.

Se enfrenta una batalla cuesta arriba para ganar el asiento; el 55 % del distrito son demócratas registrados y aproximadamente el 11 % es republicano.

Hijo de inmigrantes mexicanos de clase trabajadora, Guerrero dijo que su viaje hacia la oficina política fue casi providencial. A solo meses de mudarse con su padre a Cudahy mientras encontraba un lugar donde vivir en una ciudad con playa, se desató un escándalo de soborno que involucraba a funcionarios locales electos.

Fue “algo que parecía algo de la televisión”, recuerda Guerrero. Un funcionario de la ciudad de Cudahy incluso se atrincheró en su oficina durante horas mientras las autoridades intentaban detenerlo.

“Recuerdo haberme sentido muy mal por mi ciudad”, dijo Guerrero, “pensaba, esta pobre ciudad donde nací y crecí y los dirigentes no pueden unirse para servir a su electorado de forma honesta”.

Esto motivó a Guerrero a encontrar a un candidato competente y honesto al cual apoyar. Sin embargo, cuando no pudo encontrarlo, decidió postularse.

La vida en el sector privado

Antes de que el economista soltero de 45 años se sintiera nostálgico y decidiera vivir más cerca de su familia, ocupó diversos puestos en la industria de las finanzas y viajó por el mundo.

Es contador público certificado y vicepresidente de la tesorería corporativa de Union Bank y tiene experiencia en banca de inversión, en auditar agencias gubernamentales y en dar asesoría a empresas de Fortune 500. Sus trabajos lo han llevado a Nueva York, San Francisco, Londres y Zúrich.

Antes de esto, obtuvo una licenciatura en economía cuantitativa de la Universidad de Stanford (uno de sus profesores fue la ex Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Condoleezza Rice), y una maestría en administración de empresas centrada en la gestión financiera corporativa de la Universidad de Harvard.

Por ello, se considera a sí mismo un economista clásico y en favor al mercado libre: cree que el mercado competitivo es la solución a muchos de los problemas actuales.

El senador estatal John Moorlach, que representa al Distrito 37 del condado de Orange y con quien Guerrero se alinea estrechamente en lo político, dijo que tener a alguien con los antecedentes de Guerrero podría traer “verdaderos aspectos positivos a Sacramento”.

Ahora mismo, Moorlach es el único contador público certificado en el cuerpo legislativo estatal. “Me vendría bien algo de compañía”, bromeó.

Más importante aún, Moorlach dijo que tener a Guerrero en la Legislatura significaría tener una mentalidad orientada a los detalles y las finanzas para un proyecto de ley en particular: el presupuesto.

“Necesitamos a algunas personas en Sacramento que tengan experiencia de negocios en el mundo real, esa visión contable”, dijo Moorlach.

Rojo en un mar azul

Guerrero puede entender balances generales, pero ¿es capaz de reunir el apoyo suficiente dentro de un distrito mayormente demócrata que no ha sido representado por un republicano en años recientes?

Como hijo de inmigrantes mexicanos católicos de clase obrera y con dominio del idioma español, Guerrero cree que entiende el Distrito 33 del Senado, que es alrededor del 70 por ciento latino.

“Creo que muchos políticos demócratas están un poco desconectados de los trabajadores pobres”, dijo Guerrero.

Describió a algunos demócratas en cargos electos como personas de clase media que pueden sobrellevar la carga de los impuestos en contraste a los trabajadores pobre que apenas pueden llegar a fin de mes.

“No es justo cobrarles impuestos que les dificulten la vida cuando el gobierno usa ese dinero para dar grandes sueldos a la gerencia ejecutiva, a consultores, a pensiones que están fuera de control y que administran mal las finanzas de las ciudades”, afirmó.

David Hernández, presidente del Club Republicano Hispano de Los Ángeles, que respalda a Guerrero, cree que su voluntad de denunciar a políticos que ofrecen acuerdos ventajistas a empresas ha resonado con su electorado en Cudahy, una ciudad de apenas 1.2 millas cuadradas y una población de alrededor de 23 000 personas.

“Ese tipo de favoritismo de pago para jugar —contratos de licitación única—  está ocurriendo en cada ciudad del distrito”, dijo Hernández. “Tan a menudo, que los políticos no están dispuestos a denunciarlo porque hay muchas personas que se benefician económicamente de esto y estas personas, a su vez, contribuyen a la campaña”.

El colega de Guerrero, la concejala de Cudahy, Elizabeth Alcantar, no duda de que a Guerrero le importa su comunidad. Pero tiene una opinión diferente acerca de muchos temas políticos que “tienen muchas implicaciones para nuestra comunidad”, dijo.

Por ejemplo, tenemos la inmigración.

La concejala, cuya ocupación es dar servicio de defensa a una organización sin fines de lucro, estima que casi la mitad de los latinos que en su mayoría viven en Cudahy son inmigrantes y la mitad de estos inmigrantes son indocumentados.

“No dudo que le importe, pero es difícil”, dijo Alcantar.

Lo que se considera un tema de división nacional tuvo efectos locales cuando, en 2014, se presentó ante el consejo y se aprobó una resolución que declaraba a Cudahy como Ciudad Santuario. Guerrero se abstuvo de votar, lo que Alcantar interpretó como que a Guerrero no le parecía un tema lo suficientemente importante.

“Debemos defender y expresar nuestro apoyo a nuestra comunidad de inmigrantes, a nuestra gente indocumentada”, dijo Alcantar.

La decisión del concejo dio lugar a importantes tensiones en las siguientes reuniones del concejo a las que los grupos conservadores que se oponían a la inmigración ilegal atendieron continuamente los años siguientes.

Guerrero dijo que no está en contra de la inmigración —señalando a sus padres, que fueron trabajadores agrícolas antes de trabajar en manufactura— pero sí cree que la frontera entre México y Estados Unidos debe contar con más seguridad.

Cree que la inmigración legal se debe corregir, para que sea más eficiente y más en línea con las necesidades de la economía del país.

Sus puntos de vista conservadores sobre la comunidad LGBTQ y los derechos reproductivos de la mujer le parecen también preocupantes a Alcantar, y ha sido un punto que su oponente apoyado ya que apoya ambos temas.

Se abstuvo en la resolución del mes del Orgullo propuesto por otro colega de Cudahy el pasado junio y criticó a Planned Parenthood.

“Su firme oposición a Planned Parenthood, que sigue mostrándola como una simple clínica de abortos cuando en realidad brinda muchos más servicios […] daña a nuestras comunidades”, dijo Alcantar.

Alcantar cree que tales caracterizaciones erróneas de un centro de atención médica que proporciona vacunas contra la gripe, mamografías y otros exámenes de detección, pueden disuadir a los miembros de la comunidad quienes podrían sentirse avergonzados de estar asociados con este lugar.

Del mismo modo, le preocupa el desacuerdo que existe entre ellos sobre los beneficios que deben tener los empleados de la ciudad.

“Uno de los temas más importantes es que no estamos de acuerdo en los términos de los beneficios que deberían tener nuestros empleados: si debieran tener una pensión para poder subsistir trabajando para la ciudad”, dijo Alcantar.

El medioambiente parece ser un tema en el que Alcantar y Guerrero pueden estar de acuerdo.

Ambos están de acuerdo en que los planes para expandir la Autopista 710 dañarán a las comunidades colindantes, entre ellas Cudahy y Long Beach. Gonzáles, por el otro lado, ha expresado su apoyo por el proyecto.

Sin embargo, a Alcantar le gustaría escuchar a Guerrero hablar sobre, no solo los efectos negativos para la salud, sino sobre las injusticias medioambientales que afectarán de forma desproporcionada a las comunidades de color de bajos ingresos.

Temas claves para Guerrero

Clima favorable para las empresas: A Guerrero le gustaría reducir los impuestos y la burocracia a la que se enfrentan muchas empresas cuando desean iniciar operaciones en las ciudades. Pudo ver los problemas en Cudahy, donde algunas empresas tuvieron que esperar un año y medio para establecerse.

Guerrero cree que estos esfuerzos pondrían en el mismo nivel a empresas que no tienen grupos de presión o el dinero suficiente para comprar políticos, quienes a su vez brindan un trato especial conocido como “exenciones”.

“Al aplicar políticas que reducen la carga fiscal a las empresas en general, tendremos el beneficio adicional de evitar la corrupción”, afirmó Guerrero.

Reforma educativa: Este es tal vez el problema más personal para Guerrero, quien calificó de “decrépito” al sistema de educación pública del estado y criticó las prioridades de financiamiento.

“La educación debe estar centrada en los niños y la mayor parte de los fondos deben ir al aula”, dijo Guerrero, quien hizo notar los pagos desproporcionados a consultores, administradores, abogados y otras áreas a las que se destinan los fondos.

Una revisión completa del sistema educativo bajo el plan de Guerrero, incluiría un enfoque en la elección de la escuela —ya sea pública, parroquial o autónoma (chárter)— una reforma de las reglas de permanencia de los maestros y un enfoque en las disciplinas académicas centrales, el no adoctrinamiento de la ideología o la sobresexualización de las escuelas primarias“, dijo.

Guerrero dijo que su escuela autónoma fue Cal State de Los Ángeles, con la que complementó su educación en Bell High School. La escuela, en ese momento, era una de las escuelas con el desempeño más bajo del estado y no ofrecía los cursos de colocación avanzada que buscaba.

“Realmente me sentí en desventaja por la calidad de mi educación”, dijo Guerrero.

Sin la ayuda de su familia o de su escuela, también pudo asistir a las clases de verano en la Universidad de Stanford y Georgetown entre su primer y segundo año. Pagó uno de esos cursos recaudando fondos, buscando el apoyo de las organizaciones locales de Elks Lodge y Kiwanis Club.

Ahora forma parte del consejo del Fondo de Becas Hispanas y dona a escuelas locales y a otras organizaciones benéficas el equivalente a los estipendios de su consejo municipal.

Reforma de las pensiones: En múltiples ocasiones, Guerrero se le ha pedido “volver más tontas” o evitar por completo las conversaciones sobre lo que él cree que es la mayor amenaza a la sustentabilidad a largo plazo del estado: los pasivos por pensiones no financiadas.

Se calcula que asciende a un billón de dólares según un estudio de Stanford, y Guerrero dice que se debe tomar en cuenta como deuda —algo que las agencias públicas no han tratado con honestidad frente a su electorado.

Se podría despedir a todo el gobierno estatal, podríamos cerrar Sacramento y concentrar todo el ingreso fiscal de California por seis años “y aún así no nos recuperaríamos”, dijo Guerrero.

Al menos, una de las formas de abordar el problema es seguir el ejemplo del sector privado al migrar de un plan de pensiones diferido hacia un plan de contribuciones como el plan 401K.

“Si eres un empleado del sector público y te has ganado tu compensación diferida, esto se debería respetar en la medida en que sea económicamente viable”, dijo Guerrero. “Cualquier cosa por encima de eso —lo que hoy no te has ganado— debería estar sujeto a renegociación”.

Un senador ‘inusual’

De ser elegido, Guerrero dijo que está listo para denunciar la corrupción en Sacramento, tanto de demócratas como de republicanos.

“Seré un senador inusual porque no tengo miedo de desafiar el status quo y llamar la atención sobre la corrupción cuando la vea”, dijo.

Espera traer luz lo que él cree son consecuencias perniciosas de los impuestos excesivos para las familias trabajadoras.

“He sido probado en batalla”, dijo, “y traeré la misma disciplina a Sacramento”.

The English version of this article is available here.

Stephanie Rivera cubre la inmigración y las partes norte, oeste y central de Long Beach. Póngase en contacto con ella en [email protected] o en Twitter en @ StephRivera88.

Stephanie Rivera is the community engagement editor. Reach her at [email protected] or on Twitter at @StephRivera88.