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Las mujeres embarazadas en las zonas rurales de California que vivían cerca de pozos activos de petróleo y gas tuvieron un 40% más de probabilidades de dar a luz a bebés de bajo peso, según una nueva investigación publicada la semana pasada.
El estudio, dirigido por científicos de la Universidad de California, es el primero que investiga lo que significa la constelación del desarrollo de gas y petróleo para los bebés que nacen en los alrededores. Este descubrimiento puede impulsar los esfuerzos de la Legislatura del estado para exigir zonas de delimitación en los alrededores de las actividades de petróleo y gas.
Los investigadores descubrieron que el 6% de las mujeres que viven cerca de zonas rurales con pozos de petróleo y gas que producían más de 100 barriles al día tenían bebés de bajo peso al nacer, en comparación con el 5% de las mujeres que no tenían producción de petróleo y gas en los alrededores. Cuando los investigadores toman en cuenta variables como la edad y el nivel socioeconómico de la madre, eso se traduce en un 40 por ciento de aumento de la probabilidad.
Los bebés de bajo peso, que pesan menos de 5.5 libras al nacer, pueden ser saludables; sin embargo, a menudo tienen una mayor tasa de enfermedades, por ejemplo enfermedades respiratorias y dificultad para combatir infecciones, así como retrasos en el desarrollo.
Los investigadores revisaron aproximadamente 3 millones de certificados de nacimiento desde 2006 a 2015 en Sacramento Valley, San Joaquin Valley, South Central Coast y Los Angeles Basin.
Si bien se encontró la relación entre la producción de petróleo y gas y el bajo peso de los bebés al nacer en las zonas rurales, eso no se mantuvo en las áreas urbanas, como en grandes partes de la región de Los Ángeles.
Sin embargo, un pozo que produce petróleo en un terreno de la ciudad no necesariamente es favorable.
“No pienso que eso signifique que la gente de las ciudades no deba preocuparse,” dijo la autora principal del estudio Rachel Morello-Frosch, profesora de salud pública y ciencias ambientales, política y gestión en la Universidad de California, Berkeley.
Hubo un pequeño aumento en las posibilidades de tener bebés pequeños para su edad gestacional para madres que vivían cerca de zonas urbanas con puntos activos de producción de petróleo. Además, Morello-Frosch dijo que es posible que la relación con el bajo peso al nacer esté allí, pero es difícil de detectar porque es posible que el petróleo y el gas produzcan una mínima parte de la contaminación general en las zonas urbanas. Además, las personas en las zonas rurales están expuestas a contaminantes — por ejemplo, en aguas subterráneas — que podría hacerlas más vulnerables a la contaminación de la producción de petróleo y gas.
Los hallazgos, publicados en la revista Environmental Health Perspectives, apoyan varios estudios llevados a cabo en otros estados, que incluyen Colorado y Pennsylvania. En esos estudios anteriores se informó el aumento de las posibilidades de efectos en la salud en bebés que nacieron cerca del desarrollo de petróleo y gas, incluyendo nacimientos prematuros, defectos cardíacos y bajo peso al nacer.
Nadie había observado los efectos en los bebés en California, con su antigua infraestructura y la única mezcla de métodos para extraer petróleo y gas de la tierra. Solo aproximadamente el 20 por ciento del petróleo de California proviene de la fracturación hidráulica, un proceso que utiliza fluidos de alta presión para fracturar lechos de roca, y arena para propulsar y abrir las grietas. La fracturación ha llevado a producir más petróleo y gas a través de los Estados Unidos y aumentó las preocupaciones sobre la polución y la contaminación subterránea.
“Se ha prestado mucha atención a la fracturación hidráulica. Muchos de la industria y de la comunidad científica han pensado que mucha de la exposición [a contaminantes] estaba en el proceso de perforación,” dijo Elaine Hill, profesora asistente de ciencias de la salud pública en la Universidad de Rochester que no participó en el estudio.
Hill dijo que los nuevos descubrimientos sugieren que justamente no se trata de la perforación. “Los pozos activos pueden exponer continuamente a la gente que vive cerca, incluso después de que se termine de perforar el pozo”.
También otros factores podrían estar en juego
El estudio no examina qué factores relacionados con el desarrollo de petróleo y el gas podrían llevar a resultados adversos de nacimiento. Pero muchos contaminantes del agua y del aire que son peligrosos están relacionados con la perforación y la producción de petróleo, como partículas finas en el aire, mercurio y componentes orgánicos volátiles como el benceno. También hay actividad comercial relacionada con el desarrollo de energía, que traen el tráfico de camiones, el polvo, el ruido y la luz.
Sabrina Demayo Lockhart, portavoz de la Asociación Independiente del Petróleo de California, dijo que los factores socioeconómicos podrían explicar los hallazgos, por ejemplo el acceso a la atención prenatal, los bajos ingresos y las condiciones de salud subyacentes.
“Señalar los resultados directos de la salud de una actividad altamente regulada ignora el hecho de que hay tantas variables socioeconómicas que pueden impactar en la salud pública,” dijo ella. “California tiene las protecciones ambientales más fuertes para las actividades del petróleo y el gas natural. Los extremistas utilizarán los titulares para generar miedo en su búsqueda de regulaciones más estrictas”.
La investigación llega cuando California evalúa el futuro de la explotación de petróleo en el estado. En noviembre, la reguladora del petróleo y el gas de California, la División de Gestión de la Energía Geológica, o CalGEM, se comprometió a reforzar la supervisión de la fracturación hidráulica y prohibió nuevos pozos de petróleo que usen métodos de extracción relacionados con fugas en el Condado de Kern. Sin embargo, en abril el estado reanudó la aprobación de los permisos para fracturaciones hidráulicas, finalizando una interrupción de nueve meses.
Un proyecto de ley presentado por el Asambleísta Al Muratsuchi, un Demócrata de Torrance, para exigir una mínima zona de delimitación en los alrededores de los nuevos desarrollos de petróleo y gas quedó estancado en la Legislatura el año pasado. Actualmente espera una decisión en el Senado del estado.
“Big Oil continúa siendo uno de los mayores grupos de interés especial en Sacramento,” dijo Muratsuchi. “Siempre hemos sabido que iba a ser una lucha difícil, pero estamos listos para la lucha difícil, y seguiremos luchando para esto”.
California fomenta una imagen climate-forward, pero también es el séptimo productor de petróleo más grande del país. Los pozos de petróleo pueden ser detectados cerca del campus de Beverly Hills High School, en las zonas residenciales de Long Beach y en las carreteras de Kern County.
El Fondo para la Defensa Ambiental estima que más de 890,000 californianos viven a menos de media milla de los pozos de petróleo y gas en el estado. Y Morello-Frosch quería saber qué significaba esa proximidad para los bebés nacidos en los alrededores. Su equipo investigó los certificados de nacimiento de bebés nacidos en lugares de intenso desarrollo de petróleo y gas, buscando niños cuyas madres vivían en un radio de 6.2 millas de los pozos de petróleo o de gas.
“Nos dimos cuenta de que realmente nadie había observado los posibles efectos en la salud como consecuencia de las actividades de desarrollo de petróleo y gas en el estado de California,” dijo Morello-Frosch. “A pesar del hecho de que California todavía es un productor muy importante de petróleo y gas”.
Los investigadores descubrieron que las madres de las zonas rurales que vivían en un radio de 1 kilómetro — 3,300 pies — de los pozos que producían más de 100 barriles de petróleo o del equivalente en gas natural por día tenían las más altas probabilidades de que sus bebés tengan resultados adversos.
No hubo aumento en la probabilidad de nacimientos prematuros. Pero además del aumento en bebés de bajo peso al nacer, las madres en las zonas rurales con puntos activos de petróleo y gas tuvieron una probabilidad del 22 por ciento de dar a luz bebés pequeños para su edad gestacional. Incluso los bebés nacidos a término eran aproximadamente 1.3 onzas más livianos, en promedio.
Desde la perspectiva de la salud de un individuo, Morello-Frosch dijo que 1.3 onzas no parecen ser un gran problema — pero un cambio en el descenso en el peso al nacer a nivel de la población puede ser preocupante.
“De repente la proporción de bebés con bajo peso al nacer se ha incrementado,” dijo ella. “Y ha aumentado la proporción de bebés con bajo peso al nacer que pueden tener problemas en el desarrollo a medida que crecen”.
Rupa Basu, una epidemióloga de la Oficina de Evaluación de Riesgos para la Salud Ambiental de California que no participó en el estudio, espera que el estudio profundice en a qué exactamente las mujeres estuvieron expuestas cerca de los pozos de petróleo y gas.
“Hay gente que vive cerca de ellos,” dijo Basu. Y la gente quiere saber: “¿Es seguro para mí vivir tan cerca? Y la respuesta a menudo es que todavía no lo sabemos”.
Aun así, dijo Basu, es un tema importante para investigar. “Este es obviamente un gran problema — ya que se trata de las mujeres embarazadas y de sus descendientes”.
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