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Una nueva ordenanza de emergencia impedirá que la ciudad emita nuevos permisos de construcción residencial a lo largo de dos corredores en West Long Beach en un intento de ahorrar espacio para atraer negocios que atienden al vecindario en el área.

El Corredor de Santa Fe, que va desde Pacific Coast Highway hasta Wardlow Road, y el Corredor de Willow Street que va desde la autopista 710 al oeste hasta el límite de la ciudad con Wilmington, no serán elegibles para nuevas construcciones residenciales durante al menos el próximo año después de que el ayuntamiento aprobó la ordenanza el 15 de junio.

El concejal Roberto Uranga, que representa el área e hizo la solicitud, dijo que la zonificación existente en las áreas no está alineada con el Elemento de Uso de la Tierra (LUE por sus siglas en inglés) de la ciudad que fue adoptado por el concejo municipal en 2018.

Uranga dijo que el desarrollo continuo de viviendas unifamiliares a lo largo de los dos corredores que se identificaron como unos de “servicio al vecindario” en el LUE está limitando la capacidad del área para atraer negocios, algo que necesita urgentemente.

“El oeste de Long Beach no tiene una institución bancaria, una farmacia o incluso un lugar para comprar un café popular”, dijo Uranga en inglés en un correo electrónico. “Los residentes deben atravesar la autopista de Long Beach y el río de Los Ángeles para visitar estos negocios y, francamente, no deberían tener que ir tan lejos”.

La solicitud de Uranga empujará a su distrito al frente de la línea de un proceso que el personal de la ciudad ya estaba empezando para alinear la antigua zonificación con la nueva visión de la ciudad para el desarrollo futuro.

Chris Koontz, subdirector de Servicios de Desarrollo, dijo que se esperaba que el proceso tomara cinco años y que ya se había completado en los dos distritos del norte de Long Beach, pero estuvo de acuerdo con la preocupación de Uranga por la falta de servicios en el lado oeste de la ciudad.

Mientras la construcción de viviendas está permitida y fomentada en el LUE, el plan para esos dos corredores permite que los desarrolladores de viviendas incorporen opciones de compra que sirven el vecindario como restaurantes, supermercados y otros negocios al primer piso con viviendas en otros pisos.

Koontz y Uranga dijeron que el desarrollo de viviendas unifamiliares a lo largo del corredor ocupa espacio que podría ser ocupado por los negocios en el futuro. Los dos corredores se dividirán en zonas para un máximo de tres pisos de desarrollo.

“No había mucho, pero no era cero”, dijo Koontz en inglés sobre las aplicaciones para la construcción residencial a lo largo de los dos corredores. “Hemos tenido un puñado en los últimos tres años. Creo que para una comunidad que es muy pequeña y no tiene mucho oposiciones de compra, el costo de oportunidad de perder al menos uno o tres de esos sitios es grande”.

Se espera que el proceso de zonificación lleve meses, si no todo el año, dijo Koontz. El departamento tiene que tener reuniones públicas, hacer caso a los requisitos de atención para la participación pública y colocar artículos en las agendas de la ciudad, lo cual consumirá meses de tiempo.

Su departamento también tiene que examinar datos y hacer que la gente se acerque al área para comprender el problema antes de que pueda crear una solución.

“Son 90-120 días de trabajo del personal para hacer este trabajo, pero no tengo a nadie a quien asignar hoy”, dijo Koontz. “Es por eso que el concejal nos está dando el año completo para hacerlo y estamos comprometidos a hacerlo antes del fin del año”.

Tony Bell, presidente de Westside Elevate, un grupo vecinal dedicado a revitalizar la economía local y otras mejoras en la calidad de vida, apoya completamente la moratoria.

Bell explicó que no hay bancos y que tienen opciones de compras limitadas al oeste del río de Los Ángeles, lo cual significa que su familia necesita viajar hacia el este para ir de compras o ir a una farmacia.

Con una familia de tres hijos, a veces se necesitan suministros rápidamente, y eso no siempre es posible por las opciones actuales, dijo Bell. El problema se destacó más para él cuando recientemente se sometió a una cirugía y ni su compañero, que no conduce, ni Instacart (una aplicación de compras de alimentos), pudieron traerle los suministros médicos que necesitaba mientras se recuperaba.

“Básicamente tenía que rogarle a la gente cuando salían del trabajo para que me recogieran suministros médicos de Walgreens en el Long Beach Boulevard”, dijo en inglés Bell.

Bell dijo que un supermercado sería una adición ideal a cualquier corredor, pero también un banco, algo que la comunidad ha pedido durante años.

“No estamos en contra de que otras personas entren al área y vivan aquí, pero necesitamos que sea equilibrado”, dijo Bell. “Y eso es lo que se supone que debe hacer la zonificación”.

Traducido por Crystal Niebla

Jason Ruiz covers City Hall and politics for the Long Beach Post. Reach him at [email protected] or @JasonRuiz_LB on Twitter.