Ángel Gabriel Sixtos no debía estar en el auto.
Aunque no salía con frecuencia, el joven de 18 años decidió asistir a la fiesta de cumpleaños de un amigo el domingo por la noche, según su familia.
La fiesta duró hasta las primeras horas de la mañana del lunes y cuando estaba listo para irse a casa, Sixtos le envió un mensaje de texto a su familia y le pidieron un Uber, dijo su hermana Cristina Clemons.
Pero sus amigos persuadieron a Sixtos para que se quedara con ellos un poco más, con la promesa de que lo llevarían a casa, dijo Clemons.
Sixtos nunca llego.
Las autoridades dicen que Sixtos, junto con George Dobbs, 15, Ariahh Slemaker, 15, Eduardo Cruz, 18 y Sebastian Peredia, 16, murieron el lunes cuando el vehículo en el que viajaban se estrelló contra un atenuador en la autopista 710 poco después de las 4 a.m. Una sexta persona en el coche fue hospitalizada con heridas graves.
Esa mañana, Clemons recibió una llamada de su madre diciendo que Sixtos no había regresado de la fiesta. Clemons no había sabido nada de él, pero dijo que no era raro que él se quedara a dormir en la casa de un amigo.
Todavía preocupado, Clemons comenzó a contactar a las personas que habían estado en la fiesta para tratar de localizar a Sixtos. Fue entonces cuando se enteró del accidente.
La familia se puso en contacto con la policía, que los conectó con la oficina del médico forense.
“Nos rompió el corazón”, dijo Clemons sobre descubrir que su hermano murió en el accidente. “No queríamos creer que era él.”
Todavía no está claro qué causó el accidente, pero las autoridades dijeron a principios de esta semana que el automóvil estaba sobrecargado, con seis personas en un vehículo que tenía solo cinco asientos, y parecía que no todos usaban el cinturón de seguridad. El video de la cámara del tablero de otro automóvil en la carretera también parece mostrar que el vehículo viaja a una alta velocidad en comparación con otros automovilistas.
“Fue un accidente trágico,” dijo Clemons. “Pero solo queremos recordarlo como la persona que fue.”
La madre de Sixtos, Carmen Manzano, perdió no solo a su hijo sino también a un mejor amigo, según su familia.
“Él siempre puso los sentimientos de mi mamá por encima de cualquier otra persona,” dijo Clemons. “Hacían todo juntos.”
La mayor parte de sus días consistía en ayudar a su madre a cocinar o plantar flores en el jardín, dijo Clemons. También estaba trabajando para obtener su GED y recientemente consiguió un trabajo para ayudar a su madre a pagar las cuentas.
Desde que se enteró de su muerte, Manzano se ha sentado junto a su puerta, con la esperanza de que su hijo entre y le pregunte por qué llora, dijo Clemons.
Sixtos compartía un vínculo similar con sus hermanas, siempre controlándolas y preguntándoles cómo están, dijo Clemons.
Para su familia, Sixtos era un protector bondadoso y digno de confianza que cuidaba de todos.
Él era la persona que iluminaba la habitación y podía hacer reír a todos, dijeron sus hermanas.
“Quería que estuviéramos juntos como familia,” dijo Clemons. “Él unió a nuestra familia.”
Antes de la muerte de Sixtos, él y otra hermana, Laura Clemons, planeaban tomar sus exámenes de permiso de conducir juntos. Estaba emocionado de poder llevar a su mamá, dijo Laura Clemons.
Hicieron la cita para el martes y apostaron $20 a quién pasaría primero.
Pero en lugar de hacerse la prueba, Laura Clemons se dirigió a la morgue el martes para identificar el cuerpo de su hermano.
“Siempre pensé que tendríamos 80 años y seguiríamos viviendo,” dijo. La realidad de que esos planes no sucederán aún no se ha asimilado, dijo. “Todavía creo que me va a llamar.”
La familia de Sixtos ha iniciado un pagina de recaudaciones en GoFundMe para ayudar con el costo de los gastos del funeral. Ha recaudado casi $3,000 de la meta de $35,000 hasta el jueves por la mañana.