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Por Araceli Martínez Ortega

Durante dos días, miles de inmigrantes indocumentados en California no han podido comunicarse con las organizaciones que distribuyen los $500 en ayuda del nuevo fondo para desastres del estado.

“Me siento defraudada. Estoy llame y llame desde ayer y nadie contesta los teléfonos”, dice Martina Ávila Méndez, una vendedora ambulante de tacos y hot-dogs.

En abril, el gobernador Gavin Newsom anunció un Fondo de Alivio del Desastre para Inmigrantes (DRAI) de 75 millones de dólares; esta cantidad ayudará a unos 150,000 inmigrantes afectados por la pérdida de ingresos durante la pandemia de coronavirus.

El lunes fue el día oficial en que los inmigrantes sin documentos podían llamar y registrarse a cualquiera de las 12 organizaciones sin fines de lucro que fueron elegidas a lo largo del estado.

Pero muchos inmigrantes reportaron que en los teléfonos de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA) nunca les contestaron; y en los de CARECEN, sí les respondían, pero los ponían en líneas de espera, y tras horas de estar en el teléfono aguardando hablar con alguien, las llamadas se cortaban.

El programa provee a los inmigrantes que no son elegibles para ayuda federal un cheque de estímulo de $500 o hasta mil dólares por hogar. Los solicitantes deben de presentar comprobantes de su identidad y su dirección; además de comprobar que la pandemia les afectó en el empleo. Los fondos son para los primeros que apliquen y se espera que únicamente un 10% de los inmigrantes que califican lo recibirán.

“Estoy decepcionada, y me siento humillada de estar rogando por esos 500 dólares”, dice Ávila Méndez.

Desde que inició la pandemia, ella y su marido no han podido vender su comida en las calles de Los Ángeles.

“A mi esposo le acaban de diagnosticar diabetes por tanto estrés. A mi me está pegando la depresión, y de la nada me pongo a llorar. Ya debemos un mes de renta. No sé cómo le vamos a hacer para pagar el mes de junio”, dijo la inmigrante.

Las dos organizaciones declinaron contestar preguntas acerca de cuánto dinero el estado les otorgó para inscribir a los inmigrantes, cuántas personas tienen trabajando para contestar los teléfonos o cómo resolverán los problemas. Los representantes de los grupos dijeron que las entrevistas relacionadas al programa deben de ser aprobadas por el estado.

“Las organizaciones no lucrativas que se asociaron con nosotros están recibiendo un gran número de llamadas y están trabajando tan rápido como pueden para responderle a toda la gente que está solicitando asistencia. Las llamadas se atienden como van llegando”, dijo el Departamento de Servicios de Salud el día de hoy en una declaración impresa.

“Las organizaciones están trabajando para ampliar más líneas de teléfono para incrementar su capacidad. Las organizaciones recibieron fondos del departamento para apoyarlos en sus costos de operaciones para que provean el servicio y asistencia de registración”, se explicó en la declaración.

El martes más de 6,000 solicitudes se habían sometido a nivel estatal. “Información sobre el número de individuos que han recibido los fondos no se tiene disponible en este momento”, se anunció en el documento.

CHIRLA publicó en Twitter al final del lunes 18 de mayo, que habían ayudado a 688 residentes de los condados de Orange y Los Ángeles.

La organización CARECEN de Los Ángeles publicó en Twitter que recibieron 50,000 llamadas el primer día, lo que saturó sus líneas telefónicas.

“Entendemos la frustración de las comunidades y estamos haciendo lo mejor que podemos”, dijeron.

Pero con cada día que pasa, la impotencia y la frustración crece entre los inmigrantes afectados por la falta de ingresos.

Las dos organizaciones en conjunto con Asian Americans Advancing Justice (AAAJ) dijeron que el lunes atendieron a 1,644 residentes de los condados de Los Ángeles y Orange.  Estas personas recibirán alrededor de 822,500 dólares en apoyos.

“Sabíamos que con al menos 2.4 millones de indocumentados en California, la respuesta al programa DRAI no tendría precedente”, dijo la directora de CHIRLA, Angélica Salas en un comunicado.

CHIRLA dio a conocer que la primera familia que ayudaron es de estatus mixto, con un esposo que es residente permanente y la esposa, indocumentada. Normalmente se ganan la vida como vendedores de elotes en las calles, pero ninguno de los dos ha podido trabajar en tres meses.

Las organizaciones no lucrativas atienden llamadas de solicitudes de asistencia financiera de 9 a.m. a 5 p.m., de lunes a viernes hasta el 30 de junio.

“Estamos trabajando diligentemente para ayudar a la más gente que podamos, y lidiando con los problemas técnicos que puedan surgir”, afirmó Salas.

Stewart Kwoh, fundador de AAAJ, dijo que apenas abrieron las líneas de teléfono, miles se apresuraron a llamar y pedir asistencia.

“Está claro que mucha más ayuda se necesita para asistir a nuestras comunidades inmigrantes que están sufriendo en medio de esta crisis”, expresó.

Martha Arévalo, directora de CARECEN, afirmó que el ver a tanta gente tratando de solicitar la ayuda el primer día, les mostró que la necesidad es grande. “Vamos a trabajar para asistir a la mayor parte de personas que podamos”.

Con cada día que pasa, la frustración e impotencia se incrementa entre los inmigrantes afectados por la pérdida de sus ingresos durante la pandemia.

“En dos días, nadie nos ha contestado, y eso hace que nos pongamos muy tristes. Estamos pidiendo ayuda porque no hay trabajo durante la pandemia. Vamos a seguir llamando, pero ya no nos hacemos ilusiones”, dice Lourdes Vázquez quien se dedica al cuidado de niños, y lleva en el país 25 años.

Ignacia Sánchez, una vendedora de tamales, lleva dos días que llama por teléfono a organizaciones en los condados de Los Ángeles y de Orange.

“No sé qué pasa por qué no contestan el teléfono. Nomás nos están engañando. Si tuviéramos trabajo, no les pediríamos nada”.

Ignacia y su esposo quien se gana la vida como jornalero, no han podido trabajar desde marzo. “Nuestra situación es crítica, vamos a seguir intentando que nos contesten”.

Para solicitar la ayuda, los inmigrantes sin documentos deben de llamarle al grupo que representa su área.

Norte de California:

California Human Development Corporation

(707) 228-1338 www.californiahumandevelopment.org/

Cubriendo las áreas de Alpine, Amador, Butte, Calaveras, Colusa, Del Norte, El Dorado, Glenn, Humboldt, Lake, Lassen, Mendocino, Modoc, Napa, Nevada, Pleasure, Plumas, Shasta, Sierra, Siskiyou, Solano, Sonoma Tehama, Trinity

Área de la Bahía:

Catholic Charities of California

Alameda and Contra Costa: www.cceb.org

Marin, San Francisco, San Mateo: www.catholiccharitiessf.org/

Santa Clara: www.catholiccharitiesscc.org/

Costa Central:

Mixteco / Indígena Community Organizing Project (MICOP)

www.mixteco.org/drai/3

Santa Barbara: (805) 519-7776

Ventura: (805) 519-7774

Community Action Board Santa Cruz

(800) 228-6820 www.cabinc.org/

Covering Monterey, San Benito, San Luis Obispo, Santa Cruz

Valle Central:

United Farm Workers Foundation (UFWF)

(877) 527-6660 www.ufwfoundation.org

Covering Fresno, Kern, Kings, Madera, Merced, Tulare, Mono

California Rural Legal Assistance Foundation (CRLAF)

(877) 557-0521 www.crlaf.org/drai

Covering Mariposa, Sacramento, San Joaquin, Stanislaus, Sutter, Tuolumne Yolo and Yuba

Condados de Los Angeles y Orange:

Asian Americans Advancing Justice

(213) 241-8880 www.advancingjustice-la.org

Coalition for Humane Immigrant Rights (CHIRLA)

(213) 201-8700 www.chirla.org

Los Angeles:

Central American Resource Center (CARECEN)

(213) 315-2659 www.carecen-la.org/

Inland Empire:

San Bernardino Community Service Center

(888) 444-0170, (909) 521-7535 www.sbcscinc.org

Covering Inyo, Riverside, San Bernardino

TODEC Legal Center Perris

(888) 863-3291 www.TODEC.org

Covering Inyo, Riverside, San Bernardino

Condados de San Diego and Imperial

Jewish Family Service of San Diego

Imperial County: 760-206-3242

San Diego County: 858-206-8281

Araceli Martínez Ortega es reportera de La Opinión en Los Ángeles. Este artículo es parte de The California Divide, una colaboración entre las salas de redacción que examina la desigualdad de ingresos y la supervivencia económica en California.

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