El Distrito Escolar Unificado de Long Beach (LBUSD por sus siglas en inglés) anunció el lunes que sus escuelas permanecerán cerradas hasta al menos el 1 de marzo, retrasando la fecha anterior del 28 de enero, un poco más de un mes, para reabrir.
Las escuelas seguirán permitiendo solamente para Kids Club y otros programas de guarderías para niños que estén en funcionamiento. Aproximadamente 1,600 de los 70,000 estudiantes del distrito están en las escuelas en esos programas.
El cierre extendido se produce durante un aumento sin precedentes de casos de COVID-19 en Long Beach y en todo del condado de Los Ángeles.
Aunque si el distrito decidió mantener la fecha del 28 de enero para reabrir, no está claro si se les habría permitido continuar. La capacidad del distrito para tener clases en persona está dependiente al sistema de monitoreo del estado. Para que las escuelas reabrieran ampliamente, el condado de Los Ángeles tendría que caer en el “nivel rojo”, lo cual es menos restrictivo, algo que nunca sucedió, incluso cuando los casos estaban en niveles mucho más bajos en el ciudad y en el condado.
Incluso en las escuelas del distrito que permanecen cerradas parcialmente, los casos han aumentado, con 39 resultados positivos en las dos primeras semanas de diciembre hasta ahora. El distrito tuvo 39 positivos en noviembre en comparación con solamente 38 casos en septiembre y octubre combinados.
Una fuente del distrito, que pidió quedarse en el anonimato para describir las discusiones internas, dijo en inglés que el distrito es “extremadamente” consciente de la necesidad de que los niños regresen a las escuelas lo más rápido posible, y que el objeto de abrir en el 1 de marzo no debe verse como una fecha alargada del cierre de aprendizaje en persona durante todo el año escolar.
La presión política también ha aumentado recientemente para que las escuelas vuelvan a los servicios en persona, y el asambleísta de Long Beach Patrick O’Donnell llamó recientemente en inglés a los continuos cierres una “segregación sancionada por el estado”.
El liderazgo del LBUSD publicó el lunes un video extenso que explica su razonamiento y su perspectiva.
El video enfatizó que el distrito siente un sentido de responsabilidad comunitaria para detener el contagio del COVID-19.
“Además de la obligación del distrito escolar de seguir los criterios estatales para la reapertura, el LBUSD también se toma en serio su obligación comunitaria de aliviar la carga de los hospitales y los trabajadores de atención médica de primera línea ya agotados en la región, al mismo tiempo disminuimos el riesgo de enfermedades graves para las poblaciones vulnerables”, el video dijo.
La superintendente Jill Baker también enfatizó que el distrito está preparado para abrir las escuelas inmediatamente cuando las regulaciones de salud del condado y de la ciudad lo permitan.
“En el momento en que podamos reabrir escuelas, estaremos listos para hacerlo”, dijo Baker en inglés. “Tenemos el equipo necesario, los protocolos de seguridad están en su lugar y nuestras instalaciones están listas”.
El distrito también dijo que si el 1 de marzo no funciona para una reapertura, la próxima fecha objetivo sería el 12 de abril, luego de la conclusión de las vacaciones de primavera del distrito.
El 1 de marzo marcará casi un año desde que las escuelas cerraron el 13 de marzo de 2020, y el distrito no planea solicitar exenciones para reabrir el aprendizaje en persona para los grados entre el kinder hasta el segundo grado, lo cual los funcionarios de salud están permitiendo actualmente bajo las órdenes de salud.
La ciudad ha otorgado exenciones a nueve escuelas privadas, principalmente en el este de Long Beach, para continuar el aprendizaje en persona desde el kinder hasta el segundo grado. Se les permitió seguir funcionando a esas escuelas durante cuando el estado colocó al sur de California que seguirán nuevas órdenes estrictas de quedarse en casa.
Traducido por Crystal Niebla