Eduardo Lara. Courtesy photo.

People Post es un espacio para artículos de opinión, cartas al editor y presentaciones de invitados de miembros de la comunidad de Long Beach. A continuación se presenta un artículo de opinión elaborado por el Dr. Eduardo Lara, profesor de sociología en Cal State Long Beach, experto en justicia racial y consultor de educación, y no refleja necesariamente los puntos de vista de Long Beach Post. 

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por Eduardo Lara, Ph.D

El pasado Cuatro de Julio, seguí pensando en los niños migrantes encerrados en jaulas. Con un corazón pesado, también pensé en la pequeña Valeria Martínez y su papá, Óscar, cuyas vidas fueron arrastradas por El Río Grande mientras soñaban en un futuro mejor.

En un marcado contraste, la celebración del Cuatro en Washington DC contó con tanques, que fomentaron la pomposa demostración de poder por parte del presidente. A pesar de las preocupaciones de los jefes militares sobre el uso indebido de los tanques y la politización del evento, Trump procedió con su malhumorada valentía mostrando su arrogancia mientras los niños migrantes se sentaban en campos de concentración a lo largo de la frontera.

En lugar de ser testigos del divertido espectáculo de cuetes, estos niños vulnerables se mantuvieron ocupados dibujando imágenes de su trauma, encerrados en jaulas y envueltos en mantas de choque, junto a las coberturas aluminizadas que tristemente se han convertido en sinónimo de migrantes enjaulados.

Aunque abundan las alarmas de advertencia del fascismo, como sociedad, nos encontramos atrapados en un debate sobre si debemos referirnos a los campos de concentración como tales en lugar del eufemismo, “centros de detención de migrantes”.

Desafortunadamente, con la excepción de personas como Alexandria Ocasio-Cortez, estamos dormidos en el volante—otra vez. Cuando el estado de cosas es tan alarmante que requiere que todos nos activemos—activistas, artistas, electos, organizadores, escritores y otros líderes – para formular una respuesta efectiva a la escalada de una sociedad militarizada, los medios de comunicación se atascan discutiendo sobre el término más apropiado para identificar las jaulas. Y en el proceso, nos hemos envuelto en nuestras propias mantas de choque.

De hecho, la manta de choque es una metáfora apropiada para el signo de los tiempos.

Los niños migrantes exigen que actuemos ahora. Las palabras de ellos mismos nos dicen. Escuche a un niño de doce años encarcelado en Texas:

“Tengo hambre aquí en Clint (centro de detención) todo el tiempo. Tengo tanta hambre que me he despertado en medio de la noche con hambre. A veces me despierto del hambre a las 4 am, a veces a otras horas. Estoy demasiado asustado para pedirles más comida a los funcionarios aquí, a pesar de que no hay suficiente comida aquí para mí”.

En respuesta, hay varios esfuerzos locales en Long Beach que los residentes pueden apoyar para promover esta llamada a la acción. Hacer donaciones a redes locales de respuesta rápida como la Red de Defensa Comunitaria de Long Beach (CDN, por sus siglas en inglés) para ayudar a financiar los esfuerzos locales para asegurar que los inmigrantes conozcan sus derechos y se sienten seguros en Long Beach. Existe una necesidad crítica de más despachadores y observadores de la CDN, así que también considere capacitarse como voluntario en cualquiera de estos roles.

Los abogados y los maestros también tienen un papel vital en esta llamada a la acción. Si usted es un abogado, considere proporcionar servicios legales gratuitos a los residentes de Long Beach que enfrentan un proceso de deportación. Las donaciones para pagar la representación legal también son bienvenidas al Long Beach Justice Fund. Los maestros y otros educadores son fundamentales para mantener un espacio seguro para aprender para todos los niños. La Federación Estadounidense de Maestros ha publicado una guía útil para garantizar que todas las aulas sigan siendo un santuario para los jóvenes indocumentados y los niños refugiados.

Hay algo que todos podemos hacer para actuar, no importa cuan pequeño o grande. El momento político exige esto de nosotros y las herramientas de la justicia y la humanidad compartida nos están esperando, sin importar nuestra capacidad.

Es hora de que nosotros, como pueblo, nos quitemos la manta de choque y exijamos justicia para los inmigrantes.

Para confirmar su asistencia o más información sobre capacitaciones para despachadores, envíe un correo electrónico a Maythe a [email protected] y, para los observadores, envíe un correo electrónico a [email protected].