Un trabajador de salud atiende a un paciente con COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos del Centro Médico del Valle de Santa Clara en San José el 13 de enero de 2021. Foto de Jeff Chiu para AP.

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En 2020, hubo 81,083 muertes reportadas en el condado de Los Ángeles, lo que representa un aumento del 26%, según un nuevo informe del Departamento de Salud Pública. COVID-19 fue la segunda causa principal de muerte.

De las 16,566 muertes adicionales en 2020, el coronavirus representó 11,101, o el 67% del aumento informado de 2019 a 2020, indica el informe.

“El gran aumento de muertes en el espacio de solo un año no tiene precedentes en los tiempos modernos y refleja en gran medida el impacto devastador de la pandemia de COVID-19,” dijo Bárbara Ferrer, directora de salud pública, en un comunicado.

La enfermedad coronaria, que vio un aumento del 10 % con respecto a las cifras de 2019, siguió siendo la principal causa de muerte en 2020. La enfermedad representó 12,207 muertes.

Alzheimer ‘s, los derrames cerebrales y la diabetes encabezaron las cinco principales causas de muerte con 4,978, 4,026 y 3,527 muertes, respectivamente. El Alzheimer tuvo un aumento interanual del 12%, mientras que los derrames cerebrales y la diabetes aumentaron un 6% y un 12%.

El mayor aumento en las muertes fueron las sobredosis de drogas no intencionales, que aumentaron de 1,208 en 2019 a 1,954 en 2020 para un aumento del 62%, según el informe. La sobredosis de drogas fue la principal causa de muerte entre las personas de 15 a 44 años tanto en 2019 como en 2020.

Hubo grandes disparidades raciales y étnicas en las tasas de mortalidad, señala el informe. Los hawaianos nativos y los habitantes de las islas del Pacífico tenían la tasa más alta con 1,324 por cada 100,000 residentes. Los indios americanos tenían la segunda tasa de mortalidad más alta con 1,138 por cada 100,000 residentes, seguidos por los negros (1,053), los latinos (725), los blancos (698) y los asiáticos (509).

Los blancos tuvieron el aumento anual más bajo en la tasa de mortalidad con solo un 10%. Por el contrario, la tasa de mortalidad de los indios americanos aumentó un 63%. La tasa de mortalidad de latinos, hawaianos nativos e isleños del Pacífico aumentó un 42% y un 39%, respectivamente. Las tasas de mortalidad de negros y asiáticos aumentaron un 26%.

“Las disparidades que vemos son de larga data, pero han empeorado con la pandemia de COVID-19 y tienen sus raíces en las condiciones sociales, económicas y ambientales desiguales, el racismo estructural y el acceso diferencial a los recursos que promueven la salud que experimentan los diferentes grupos,” afirmó Ferrer. “Si bien continuamos con nuestros esfuerzos esenciales para reducir los riesgos de COVID-19, es imperativo que reconozcamos que estos esfuerzos están inextricablemente vinculados con otros esfuerzos vitales necesarios para abordar las desigualdades subyacentes que impulsan las tasas de mortalidad dispares que se observan en todo el condado.”

Traducido por Laura Anaya-Morga