El día antes de que Paz Veliz fuera encontrada muerta a puñaladas en un callejón de North Long Beach, la abuela de 78 años visitó la tumba de su difunto esposo, como solía hacer, para dejarle flores, dice su familia.
“Era muy difícil para ella después de que mi abuelo fallecio, pero ella le prometio que siempre lo visitaría para dejarle flores”, dijo Albina Soto, nieta de Veliz.
La familia de Veliz dice que querían que ella se mudara más cerca de ellos en Oakland, pero ella, siempre independiente, se negó y eligió visitarla solo durante las vacaciones.
Después de todo, Veliz había pasado aproximadamente los últimos 40 años viviendo en Long Beach después de emigrar de El Salvador. Al establecerse aquí, trabajó como niñera y luego como cuidadora de una familia que la trataba como a uno más, dijo Soto.
Y eso es lo que dice Soto que más le importaba a Véliz, su familia.

Por eso es que a Soto le pareció extraño cuando su abuela no respondió a su celular la mañana del 16 de julio. El rastreador de ubicación del teléfono, al que Soto tuvo acceso, mostró que Veliz estaba cerca, pero ella nunca se movió.
La policía dice que Veliz estaba recolectando materiales reciclables alrededor de las 6:18 de la mañana en un callejón en la cuadra 2900 de Coolidge Street, cerca de Ramona Park, cuando fue atacada por la espalda. Cuando llegaron las autoridades, Veliz estaba muerta.
Un sospechoso, Kevin Ngo, de 31 años, fue detenido cerca de la Autopista 91 a los pocos minutos del apuñalamiento, según LBPD. La policía dijo que Ngo vivía en el mismo complejo de condominios que Veliz, pero no han dado a conocer ninguna información sobre un posible motivo.
Después de su arresto, Ngo fue acusado de un cargo de asesinato, un cargo de agresión con un arma mortal, un cargo de maltrato animal y cinco cargos de resistencia a un oficial ejecutivo, según los registros judiciales. Todavía no ha presentado una declaración de culpabilidad.
Mientras tanto, la familia de Veliz se queda tratando de procesar su muerte.
“Es difícil de aceptar esto. … Esperemos que agáremos justicia,” dijo Soto.
Según la familia de Veliz, nació el 24 de enero de 1944 en El Salvador donde quedó huérfana a una edad temprana, circunstancias que contribuyeron a su espíritu independiente.

Veliz finalmente se mudó a los Estados Unidos en busca de una vida mejor, dijo su familia. Allí encontró al amor de su vida, Guadalupe.
Se cuidaban el uno al otro, dijo Soto, y con frecuencia viajaban juntos a sus lugares de origen en El Salvador.
En Long Beach, Veliz sirvió como un sistema de apoyo para sus hijos de relaciones anteriores y otros familiares en El Salvador que, como ella, querían irse en busca de mejores oportunidades.
Saludó a todos con una sonrisa brillante y nunca dejó de hacer saber su amor y aprecio a sus seres queridos, dijo su familia.
“Estoy completamente destruida. … nunca me fuera imaginar algo así que le fuera pasar a mi familia”, dijo Soto sobre la muerte de su abuela.
A principios de esta semana, Soto viajó de Oakland a Long Beach para sacar las pertenencias de Veliz de su condominio. Estaba sentimental, recordando las veces que los dos salían a comer juntos y cotillear.
Recordó cómo su abuela amaba la naturaleza, salía a caminar todos los días y cuidaba sus plantas fuera de su condominio.
“Estamos horando… que ojalá haya encontrado a la luz y a mi abuelo”, dijo Soto.
La familia de Veliz creó una página de GoFundMe para cubrir el costo de los gastos del funeral. Ha recaudado $11,335 a la hora de escribir, superando la meta de $10,000.