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El Concejo Municipal de Long Beach adoptó un plan estratégico el martes para el sistema de parques de la ciudad que guiará las inversiones en parques locales y programación para la próxima década.

El plan surge en medio de llamados para que la ciudad invierta en más áreas hambrientas por parques en los vecindarios del oeste, centro y norte de la ciudad. Incluye una descripción general extensa de cómo el racismo sistémico ha impactado el desarrollo de viviendas, la esperanza de vida y la prosperidad económica, con promesas de incorporar equidad e inclusión en futuras inversiones en parques.

Algunos de los objetivos incluyen asegurar terrenos para nuevos parques en comunidades pobres en parques, analizar las disparidades en las instalaciones, depender menos de las quejas en el mantenimiento de los parques, ya que tienden a provenir de comunidades de altos recursos, crear programas móviles de recreación en áreas que no tienen acceso a parques y mejorar el acceso lingüístico en letreros, material escrito y programas.

Pero invertir en más espacio para parques podría ser una propuesta costosa para una ciudad que ya lucha por mantener sus 167 parques y otros espacios abiertos existentes.

Long Beach tiene miles de millones en costos no financiados o con fondos insuficientes y el mantenimiento del parque representa $20 millones y la ciudad solo tiene suficientes fondos estructurales para proporcionar el 40% del riego requerido en años secos, según el plan estratégico.

El consejo ha abordado en el pasado la construcción de más parques y la adquisición de más espacios verdes, pero los funcionarios de la ciudad han dicho que podría llevar a que un presupuesto ya ajustado se estire aún más. Un informe de abril del 2021 estimó que por cada acre de espacio para parques, la ciudad necesita alrededor de $1.8 millones para mantenimiento y otros $800,000 para operaciones.

Aún así, miembros del público e incluso miembros de la Comisión de Parques y Recreación de la ciudad instaron al consejo a actuar sobre las recomendaciones del plan, especialmente las partes sobre el aumento de la equidad en los parques.

David Zanatta, presidente de la comisión, dijo que el concejo no solo necesitaba aprobar el plan, sino actuar aumentando los fondos para los parques para mantenerlos y abordar las desigualdades que continúan existiendo en toda la ciudad.

“Mantengamos nuestro sistema de parques a la altura de los estándares que nuestra ciudad merece”, dijo Zanatta.

Mariela Salgado, vicepresidenta de la comisión, dijo que no estaba de acuerdo con que la equidad se incluyera como la tercera prioridad en el plan y dijo que mantenerla por debajo del espacio existente solo serviría para mantener el statu quo.

“Usted tiene la responsabilidad de promover el acceso equitativo, espero que considere poner la equidad como número uno”, dijo Salgado.

Renette Mazza, líder vecinal en el norte de Long Beach, contó cómo los vecinos instalarán una mesa de picnic y algunos árboles y lo llamarán su “espacio abierto” y pidieron al consejo que aumente el espacio abierto en las partes de la ciudad que carecen de él.

“Creo que hablo por todo el norte cuando digo que necesitamos tanto espacio abierto como podamos”, dijo Mazza.

Un mapa que muestra los parques y espacios abiertos de Long Beach, incluyendo los campos de golf.

Elaborar el plan estratégico ha sido un esfuerzo de años, pero los esfuerzos de divulgación para obtener aportes de la comunidad se vieron afectados por la pandemia, lo que obligó a algunos de esos esfuerzos a estar en línea, donde puede haber sido más difícil conectarse con las comunidades más pobres que carecen de acceso al internet.

La concejal Suely Saro señaló la gran proporción de encuestados de hogares que ganan más de $ 100,000 (casi la mitad de todos los encuestados se encontraban en este nivel de ingresos) y preguntó cómo la ciudad se aseguraba de que el plan estuviera “informado equitativamente”.

La ciudad se enfrenta a una temporada presupuestaria potencialmente difícil este año, salvo que haya más fondos externos del gobierno estatal o federal. Se ha proyectado que el déficit presupuestario que debe cerrarse este año sea de hasta $36 millones, pero hay cierto optimismo de que el déficit podría reducirse.

Pero es poco probable que se agregue espacio para parques en un futuro cercano sin subvenciones u otros ingresos para pagarlo. Un estudio realizado por la ciudad el año pasado encontró que comprar y desarrollar nuevos espacios abiertos podría costar decenas de millones de dólares además del costo continuo de mantenimiento y programación del área.

La ciudad inició conversaciones preliminares con el condado de Los Ángeles para adquirir una parcela de tierra de 11 acres a lo largo del río de Los Ángeles con la esperanza de convertirla en espacio para parques, cuyo costo se proyecta en $27.5 millones.

En junio, el asambleísta saliente de Long Beach, Patrick O’Donnell, anunció que había obtenido $6.3 millones en fondos a través del presupuesto estatal para mejorar las canchas de baloncesto y las fuentes de agua de Bixby Park ($850,000), los campos de softbol de El Dorado Park ($1.2 millones) y desarrollar un sendero a lo largo del río San Gabriel ($4.3 millones).

Los tres parques están en áreas al ras con espacios abiertos.

McCarthur Park en el centro de Long Beach recibió $8.5 millones en fondos para renovaciones gracias a los esfuerzos realizados por la senadora estatal Lena González durante el mismo ciclo presupuestario.

El concejal Roberto Uranga, que representa el oeste de Long Beach, señaló el patio de recreo en Admiral Kidd Park que fue destruido por un incendio, con una organización sin fines de lucro recaudando fondos para reemplazarlo.

Uranga dijo que “no deberíamos tener que hacer eso” y preguntó si se podría usar un nuevo mecanismo para crear fondos excedentes que se puedan usar para reemplazar el equipo dañado del parque y el patio de recreo.

Para aumentar los fondos para desarrollos futuros y mantener los parques, el plan estratégico sugirió aumentar las tarifas de impacto de los parques de la ciudad, que se cobran a los desarrolladores de proyectos residenciales por cada unidad construida.

Las tarifas de Long Beach no se han incrementado desde 2010 y oscilan entre $4,000 y $8,000 por unidad, lo que lo ubica detrás de ciudades como Pasadena y Los Ángeles. El plan decía que si se hubieran cobrado las tarifas apropiadas a los desarrolladores, se podrían haber financiado seis proyectos de expansión de parques hasta 2019.

Aun que las encuestas formales que ayudaron a crear el plan estratégico concluyeron, los funcionarios de la ciudad dijeron que habrá un enlace en el sitio web de Parques y Recreación donde se pueden enviar comentarios continuos para futuras ideas de planificación de parques.

Traducido por Sebastian Echeverry

Jason Ruiz covers City Hall and politics for the Long Beach Post. Reach him at [email protected] or @JasonRuiz_LB on Twitter.