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Durante las primeras horas de la mañana, los residentes que viven a lo largo de la autopista 710 en el oeste de Long Beach escuchan pasos sobre hojas crujientes que yacen en una franja de tierra entre la parte trasera de sus yardas, entre Gale Avenue y la autopista.

Allí, varias personas sin hogares han creado campamentos sofisticados, con sofás y mesas, mientras dejando montones de basura por toda la franja.

Ramón, de 42 años, quien se negó a compartir su apellido por temor a represalias, dijo que alguien cortó los árboles de bambú de su yarda trasera para construir un tipi de unos 20 pies de altura. Su pequeña hija le dijo que ve gente asomándose a través de los árboles mientras ella juega en la yarda trasera, él agregó.

En otros casos, Ramón dijo que huele la quema de metanfetamina y cocaína crack. Una vecina, Ruby, quien también se negó a compartir su apellido por temor a represalias, dijo que un hombre se sentó con sus pertenencias en su yarda y luego en el camino de entrada para comer.

Una estructura esquelética de una choza tipi mide unos 20 pies de altura dentro de una franja de terreno de Caltrans a lo largo de Gale Avenue en el oeste de Long Beach el viernes 15 de octubre de 2021. Foto por Crystal Niebla.

Los datos más recientes publicados mostraron que la falta de vivienda creció un 7% entre 2019 y 2020 en Long Beach, y los residentes dicen que los campamentos detrás de sus casas en el lado oeste de la ciudad se hicieron evidentes después de que la pandemia de COVID-19 llegó a la ciudad. Ramon, Ruby y otros residentes están cada vez más preocupados por su seguridad y dicen que los campamentos cerca de ellos en Gale Avenue entre las calles 23 y Burnett han estado desmejorando su calidad de vida.

Los residentes han reportado orina, heces y malezas indomables que, según un residente, hacen que el área esté “lista para un incendio”.

“Es basura, son heces, es todo”, dijo Ruby en inglés. Es tan malo, ella dijo, que está considerando vender su casa y mudarse. “Está llegando al punto en que se vuelve ridículo”, ella dijo.

David, de 62 años, quien también se negó a compartir su apellido por temor a represalias, dijo que él y los residentes de la cuadra llamaron a la policía y solicitaron a las autoridades que limpien la franja de tierra.

Aurora, de 42 años, la esposa de Ramón, dijo que su esposo vio a un hombre con una palanca tratando de irrumpir en una casa al otro lado de la calle el martes por la noche. Recientemente, ha habido una mayor presencia policial en el área, ella agregó.

“Es triste y espantoso a la misma vez”, dijo Ruby.

Debido a que el terreno está al lado de una autopista, Caltrans es responsable de cualquier limpieza.

Aurora dijo que ha visto a los equipos de Caltrans con los oficiales de la Patrulla de Caminos de California recolectando basura y colocándola en un contenedor grande durante el año pasado. La última vez que vinieron fue el lunes por la mañana, ella dijo.

El portavoz de Caltrans, Jim Medina, dijo en inglés por correo electrónico que su agencia se coordina con “socios locales y proveedores de servicios sociales en la limpieza de los campamentos y para abordar las amenazas inmediatas a la salud y la seguridad públicas o la infraestructura crítica mientras ayuda a conectar a las personas sin hogar con los servicios esenciales”.

Este año, Caltrans también está recibiendo $2.7 millones en fondos estatales para sus “coordinadores de campamentos para mitigar los riesgos de seguridad en campamentos en propiedad estatal, limpiar basura y escombros, y coordinar con agencias estatales y locales para conectar a las personas que viven en estos campamentos con servicios de apoyo y las viviendas”. Este financiamiento estatal se suma a los $2 mil millones en ayuda a los gobiernos locales y $50 millones en subvenciones para la resolución de campamentos para ayudar a los gobiernos locales a resolver los campamentos, dijo Medina.

A pesar de estos esfuerzos, David dijo que el oeste de Long Beach sigue sin tener prioridad. Trabaja en el este de Long Beach y siempre ve una diferencia visible.

“¿Por qué los vecindarios particularmente étnicos o los vecindarios de (bajos) ingresos parecen estar menos mantenidos cuando se trata de un problema de la ciudad?” él preguntó en inglés.

La portavoz del Departamento de Salud de Long Beach, Jennifer Rice Epstein, dijo en inglés por correo electrónico que la ciudad “está consciente de los campamentos en el oeste de Long Beach y está abogando por Caltrans para que dé prioridad a la limpieza en estas áreas”.

La basura está esparcida alrededor de los campamentos en una franja de terreno de Caltrans entre la autopista 710 y Gale Avenue en oeste de Long Beach el viernes 15 de octubre de 2021. Foto por Crystal Niebla.

Alfonso Navarro, un oficial del equipo de Calidad de Vida del Departamento de Policía de Long Beach (LBPD por sus siglas en inglés) que responde a las personas sin hogar, dijo que mientras se realizan las limpiezas, en realidad es un problema cuando las personas sin hogar regresan repetidamente a las áreas de campamento. Las áreas son frecuentemente donde ocurre el uso recurrente de drogas, dijo Navarro.

“A veces, hay tantas limpiezas en la ciudad que estamos un poco atrasados”, dijo Navarro en inglés.

Cuando se envía, el equipo de Calidad de Vida trabaja en conjunto con el Centro de Servicios Múltiples (Multi-Service Center) para las personas sin hogar de la ciudad brinda servicios a las personas sin vivienda, incluido el transporte a los refugios, el Centro de Servicios Múltiples y las instalaciones de desintoxicación. Incluso comprarán boletos de autobús para que las personas regresen a su estado de origen, si es necesario.

Un médico del condado viaja con el equipo cuatro veces por semana para realizar evaluaciones de salud mental. Si es necesario, los oficiales pueden llevar a las personas a un hospital local, agregó Navarro.

Los oficiales intentan cultivar y establecer una buena relación con las personas sin hogar para que puedan estar más dispuestas a aceptar servicios en el futuro, dijo el portavoz de LBPD, Brandon Fahey.

La basura está tirada en una entrada improvisada a una franja de terreno de Caltrans donde se instalaron campamentos entre la autopista 710 y Gale Avenue en West Long Beach el viernes 15 de octubre de 2021. Foto por Crystal Niebla.

Aún así, continúa la fricción entre los residentes de Gale Avenue y las personas sin vivienda.

A mediados de octubre, un grupo de vecinos visitó la franja de tierra. Un hombre que llevaba una pistola de aire comprimido similar a un rifle les gritó, diciendo que tenía derecho a vivir allí, los residentes dijeron. Luego arrojó la pistola de aire comprimido con su caja sobre el zacate seco fuera de una entrada improvisada a la franja.

William Kelsea, de 47 años, quien vive en un campamento en la franja, dijo que no siempre se lleva bien con otras personas sin hogar en el área del campamento. Kelsea dijo que no le gustan mucho los que ensucian el terreno con basura.

Para Kelsea, la tierra es un “área libre” para él. Él estima que otras siete personas también viven en la franja, y dijo que no quería que lo acusaran de tirar basura o causar disturbios allí.

Duke Givens, quien ayuda a administrar Care Closet LBC, una organización sin fines de lucro que apoya a la gente sin vivienda, dijo que Long Beach continúa luchando con una crisis de desamparo. Sus soluciones incluyen ofrecer educación, suministros e incluso inversiones en casas pequeñas.

Mesas, asientos y otra decoración amueblan una sección del terreno de Caltrans a lo largo de Gale Avenue en el oeste de Long Beach el viernes 15 de octubre de 2021. Foto por Crystal Niebla.

Tattoo, quien usó su apodo por temor a represalias, recibe servicios de Care Closet en un campamento diferente a lo largo de la autopista 710. Dijo que no le gusta que lo agrupen con los que causan problemas. Dijo que él y otras personas que viven cerca del 710 realmente ayudan a limpiar la basura.

“Pero nos culpan. No es todo culpa nuestra”, dijo Tattoo en inglés.

La gente común, él dijo, no se preocupa mucho por aquellos como él. “Nos miran como si fuéramos los más bajos de la Tierra”, dijo Tattoo.

Mientras Givens simpatiza con los residentes, ellos piensan que llamar a las autoridades resolverá el problema de la falta de vivienda, pero cree que los residentes que ofrecen ayuda a las personas sin hogar, cree, podría ser más efectivo. La limpieza de campamentos de Caltrans, por ejemplo, en realidad no ayuda a nadie.

“O todos vamos a ayudar, o todos vamos a sufrir”, dijo Givens en inglés.

Por su parte, Ruby, una residente de Gale Avenue, dijo que simpatiza con los desamparados quienes podrían estar luchando con enfermedades mentales, adicción a las drogas u otros obstáculos. Ella está de acuerdo en que debe haber más recursos de los que ya existen para abordar la falta de vivienda. Pero su miedo, y el de sus vecinos, es real.

Por ahora, muchos residentes de Gale Avenue dicen que deben cuidarse unos a otros porque no pueden depender de nadie más para ayudarlos.

https://lbpost.com/espanol/2021/09/05/falta-de-vivienda-long-beach