Jesus Esparza, 44, far right, holds his 3-year-old daughter, next to his 19-year-old son, center, his wife, left, and his 12-year-old son, far left, for a portrait. Esparza said that everyone excepted for his 19-year-old son tested positive for COVID-19. / Jesús Esparza, residente del vecindario de Washington, sostiene un letrero durante una protesta el 17 de julio de 2020. Photo courtesy of / Foto cortesía de Jesus Esparza.

Read this story in English

Entre dando comida a las familias necesitadas y codirigir protestas contra el crimen que afecta su área, Jesús Esparza se convirtió como líder en el vecindario de Washington cerca del céntrico de Long Beach. Pero cuando él y su familia contrajeron COVID-19 recientemente, los roles se invirtieron.

La esposa de Esparza, su hijo de 12 años y su hija de 3 años comenzaron a sentir síntomas hace más de dos semanas. A Esparza le empezaron a doler los pulmones y los riñones, se sintió débil y, al igual que su hijo, perdió el sentido del paladar y el olfato y desarrolló una tos. Su hija desarrolló una fiebre.

Su esposa era la única que seguía trayendo ingresos para la familia, pero necesitaba parar su trabajo en el almacén para recuperarse del virus. Esparza ha estado desempleado después de un accidente laboral cuando una tubería le cayó en su espalda mientras trabajaba en un sitio de construcción hace más de un año.

Ahora, con las fuentes de ingresos en suspenso, el costo de la renta y las facturas comenzaron a acumularse.

Esparza, de 44 años, un líder prominente como presidente de la Asociación del Vecindario de Washington, dijo que estaba demasiado avergonzado para pedir ayuda. Pero los vecinos como Iris Ornelas lo convencieron de cambiar de opinión y lo ayudaron a crear un GoFundMe.

“Necesitamos estar ahí para él como él ha estado ahí para nosotros”, dijo Ornelas en inglés.

Esparza dijo que porque su familia no tiene aseguranza médico, no han ido a un doctor. Solamente compraron aspirina e ibuprofeno para tratar los síntomas y también descansaron para recuperarse, él dijo.

Mientras Esparza dijo que los síntomas de su familia no son tan graves en comparación con otros, todavía está preocupado, habiendo escuchado de las muertes, las hospitalizaciones y de otras personas sin aseguranza.

“Todos esos pensamientos fueron los que atacaron la mente”, él dijo.

Washington neighborhood resident Jesus Esparza holds a sign during a protest on July 17, 2020. / Jesús Esparza, residente del vecindario de Washington, sostiene un letrero durante una protesta el 17 de julio de 2020. Photo by / Foto por Crystal Niebla.

Esparza comenzó su pasión por la organización comunitaria en 2009, cuando se graduó del Programa de Liderazgo de Vecindarios de cinco meses de la ciudad, un programa multilingüe que brinda habilidades y recursos para quienes quieran participar. Sus hijos lo motivaron a hacer más en su comunidad para que él creara “un mundo lleno de amor, esperanza, confianza y unidad” para ellos, dijo en español.

Esparza se mudó por primera vez al vecindario de Washington en 2014 después de vivir en el vecindario de Willmore más al sur desde 2001. Uno de los problemas comunitarios más visibles que notó fue la gran cantidad de basura en las calles y callejones.

“Era un basurero”, él dijo, riendo.

Comenzó a tocar puertas para presentarse a los vecinos, y luego se unió a la Asociación del Vecindario de Washington que es bilingüe. Cuando la presidente de la asociación dejó su puesto, sus compañeros votaron por él para que ocupara su lugar.

Ahora, coordina los días de limpieza del vecindario, la distribución de alimentos, la decoración de las calles, las caravanas festivas, la plantación de árboles e incluso algunas marchas comunitarias.

A young girl walks with a rake after a neighborhood cleanup pre-COVID in the Washington neighborhood in Long Beach. / Una joven camina con un rastrillo después de una limpieza antes del COVID pandemia en el vecindario de Washington en Long Beach. Photo courtesy of / Foto cortesía de Jesus Esparza.

La concejala Mary Zendejas, que supervisa el vecindario de Washington, dijo en inglés a través de un comunicado enviado por correo electrónico que estaba “absolutamente desconsolada” cuando se enteró de que Esparza y ​​su familia salieron positivos con el COVID-19, describiéndolo como “un socio invaluable” para su oficina.

“Durante COVID, él ha demostrado un gran valor, compasión y, lo más importante, humildad a sus vecinos en el área de Washington y más allá”, ella dijo.

Ornelas, la vecina, dijo que conoció a Esparza hace unos cuatro años en una reunión de la asociación en la Misión de Rescate de Long Beach (Long Beach Rescue Mission). Desde entonces, ella dijo que Esparza la ha ayudado a conectarla con recursos como los números de teléfono de la ciudad para denunciar los grafitis y el vertido de basura ilegal y el oficial de patrulla del área.

“Jesús hace mucho por la comunidad”, ella dijo. “Él es la persona en que todos se apoyan”.

Los organizadores convencieron a Esparza que lanzará la recaudación de fondos la semana pasada y hasta ahora ha recaudado alrededor de $1,500. Esparza dijo que la gente también dejó comida y algo de dinero fuera de su casa.

“Rezo por una pronta recuperación para él y su familia”, dijo Zendejas.