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El martes, el ayuntamiento dijo que quieren más información de parte del Departamento de Policía de Long Beach (LBPD por sus siglas en inglés) que explicará por qué los tiroteos han aumentado en Long Beach durante el año pasado.

En una votación unánime, el concejo ordenó al departamento de policía que estudiara el aumento y presentara un informe en 30 días que detallara las tendencias actuales del crimen y las posibles formas de abordarlas, particularmente en vecindarios como el norte y el central de Long Beach que han sido afectados fuertemente por la violencia.

El estudio también respondería a la pregunta sobre si existen correlaciones entre el aumento delictivo del año pasado y las variables como el sistema de fianza que ha visto cambios por la pandemia de COVID-19, dijo el jefe del LBPD, Robert Luna, quien presentará el estudio al concejo.

La policía dice que la fianza de cero dólares, una política que establece automáticamente la fianza en cero dólares para la mayoría de los delitos menores y delitos graves de bajo nivel, ha permitido que los infractores reincidentes regresen a la libertad más rápido. La policía ha utilizado esta política para explicar informalmente los aumentos repentinos, pero otras variables como la pérdida masiva de trabajos y las restricciones para quedarse en casa también podrían ser factores, dice la policía.

Luna dijo el martes por la noche que el aumento de la delincuencia es un fenómeno que afecta a todo el país y el Long Beach comparte esa carga.

Las estadísticas de fin de año publicadas el mes pasado afirmaron que el crimen en Long Beach aumentó en 2020. Los aumentos más notables incluyen los delitos violentos como los homicidios criminales y las agresiones agravadas, que aumentaron en 5.9% y 18.6%, respectivamente.

La violencia de armas, específicamente, también aumentó, ya que los datos policiales obtenidos por el Post muestran que hubo 381 tiroteos en 2020 en comparación con un promedio anual de 232 tiroteos en cada uno de los últimos cuatro años.

La concejala Mary Zendejas, quien supervisa el distrito que incluye los vecindarios de Willmore y Washington que son afectados de una manera desproporcionada, dijo que llevó el tema de la agenda al concejo porque está tratando de encontrar soluciones para sus residentes que le dicen que viven con miedo.

El concejal Al Austin, quien supervisa un distrito que incluye partes del norte de Long Beach, un área que también sufre muchos tiroteos, dijo que cree que el aumento de la violencia se debe a los “poseedores prohibidos”, como los ex delincuentes y otros a quienes se les ha prohibido poseer las armas, lo cual es ilegal para ellos.

“Necesitamos llamar a esto por lo que es: esto es política callejera”, dijo Austin en inglés. “Este es el mercado ilícito. Tenemos una cultura de pandillas en nuestra ciudad ”.

Los funcionarios de Long Beach dicen que ya están tomando algunas medidas para prevenir el crimen, particularmente entre los jóvenes, como un medio para mantenerlos alejados de las armas desde el principio.

En el distrito de Zendejas, por ejemplo, el departamento de salud lanzará un programa piloto en el vecindario de Washington que tiene el objetivo de reducir la violencia armada a través de cosas como brindar los servicios de administración de casos a los jóvenes de crianza temporal que han tenido problemas con las fuerzas del la ley o enviar de unos expertos en intervención criminal en el barrio. El programa originalmente estaba planeado para lanzarse en enero, pero la funcionaria del departamento de salud Ana López dijo que todavía están contratando personal para el programa.

Zendejas dijo que el COVID-19 ha retenido su capacidad para mantener una programación como esta, que puede ayudar a reducir la delincuencia.

“La seriedad de este desafío es que debemos encontrar nuevas soluciones, renovar nuestros esfuerzos existentes para mantener nuestras comunidades seguras y libres de la violencia”, dijo ella en inglés.

Traducido por Crystal Niebla