Long Beach lanzará un programa piloto a principios del próximo año con el intento de reducir la violencia armada en las áreas que tienen un alto nivel de crimen, comenzando con el vecindario de Washington cerca del céntrico de Long Beach.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de la ciudad fue líder del programa, llamado Long Beach Activando Comunidades Seguras (LBASC por sus siglas en inglés), después de recibir $1.1 millones en subvenciones estatales.
El programa planea conseguir una organización comunitaria para mandar unos expertos en la intervención del crimen a la comunidad. Estos expertos, llamados “intervencionistas”, serían adultos que tienen las habilidades de trabajo social y que también tienen las “experiencias vividas” de haber sido víctimas de violencia, lo cual es vital para agarrar confianza con los jóvenes rodeados de la violencia, dijo Ana López, funcionaria del departamento de salud quien está trabajando en este programa.
“Esta es una persona que puede decir, ‘Me identifico contigo’”, dijo López en inglés. “Ellos (los jóvenes) van a escuchar a alguien en quien confían”.
En este programa, López dijo que idealmente, los intervencionistas trabajarían juntos con los oficiales de la policía en la manera de presentarse en las escenas del crimen o en los hogares de las víctimas, entrevistarlos y a sus padres para averiguar por qué ocurrió el crimen y evaluar qué tipo de recursos específicos, como la terapia de salud mental, necesitarían para recuperarse de una experiencia traumática. El protocolo, sin embargo, aún no se ha establecido oficialmente, dijo Lopez, pero se hará una realidad después del lanzamiento del programa.
Mientras no se ha determinado la cantidad de intervencionistas, López dijo que espera que ellos vienen de una organización local que conozca el vecindario de Washington y sea culturalmente competente al interactuar con los jóvenes y sus familias.
El vecindario de Washington, el punto de partida del programa, ha sido identificado por el Departamento de la Policía de Long Beach por tener una de las concentraciones más altas de asaltos con armas, contribuyendo con el 40% de los asaltos y asesinatos con armas de la ciudad en 2018, según un memorando de la ciudad sobre el programa.
Apenas el domingo pasado, un hombre recibió un disparo en un vehículo en el vecindario mientras caminaba por la Pacific Coast Highway y Locust Avenue.
Otra forma de prevenir el crimen es construir conexiones sociales con los vecinos, dijo López. Los miembros del programa, haciendo referencia a las estadísticas del crimen, planean ir puerta a puerta a los bloques que tienen niveles más altos de crimen y pedir a los residentes que se unan a los eventos dirigidos por el programa, con la esperanza de tener una comunidad involucrada.
“Piénsalo: si conoces a tu vecino desde hace mucho tiempo, te cuidará un poco”, dijo Lopez.
Según el memorando de la ciudad, otros aspectos específicos del programa incluyen:
- Brindar servicios de administración de casos para al menos de 30 jóvenes quienes son de familias de crianza temporal y que han interactuado con las fuerzas del orden por ejemplo, como ser citados, en libertad condicional, desviados de un programa o tener interacciones con la policía, según López.
- Brindar tutoría de la vida para al menos de 75 jóvenes marginados a través del programa Success Track de Pacific Gateway
- Organizar unos eventos trimestrales que involucren al menos de 700 residentes para fortalecer la conexión social, la seguridad y el bienestar de la comunidad
- Apoyar el programa Be Safe y los parques Seaside y 14th Street con la participación de al menos de 300 jóvenes y familias
López, quien está ayudando con el programa, dijo que están trabajando “para encontrar un camino diferente” para los jóvenes, quienes están rodeados de delincuencia.
Por ahora, dijo que los funcionarios están trabajando con la Asociación de Vecindarios de Washington, la Escuela Secundaria de Washington, Habitat for Humanity, Centro CHA, otros socios y los residentes de este vecindario para crear conciencia sobre el programa. Dado que muchos de los residentes hablan principalmente español, López dijo que su equipo está preparado con hablantes bilingües y que el equipo se está comunicando con los residentes en español o asegurándose de que cualquier comunicación en inglés también se traduzca.
Los funcionarios planean lanzar el programa en enero con la esperanza de reducir la violencia armada por 20% hasta el junio de 2023 en solamente el vecindario de Washington. Si el programa tiene éxito, López dijo que extenderán su trabajo en otras partes de la ciudad necesitadas.