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Casi 100 padres y niños protestaron frente a la oficina del Distrito Escolar Unificado de Long Beach (LBUSD por sus siglas en inglés) el miércoles por la noche, pidiendo al distrito que ofreciera la opción de las clases en persona para los estudiantes, la mayoría de ellos frustrados con la educación virtual durante de la época de COVID-19.

La protesta fue en respuesta al anuncio del LBUSD en la semana pasada que continuaría operando clases virtuales hasta el final de enero. Esta noticia causó, en parte, un alboroto ya que el distrito había declarado anteriormente que los padres podrían tener la opción de inscribir a sus hijos en las clases en persona o híbridas, si el gobierno local lo permite. Para mostrar su infelicidad, los manifestantes instaron a los padres a mantener a sus hijos fuera de las clases virtuales el 5 de octubre.

Los manifestantes se esparcieron por el pavimento del edificio de estacionamiento de la oficina del distrito, frecuentemente apoyados por los bocinazos de los autos de los padres que salían o entraban al edificio para la reunión de la Junta de Educación del LBUSD durante esa noche.

Nearly 100 people gather with signs outside the district office as part of a protest calling for an in-person classroom option on Wednesday, Sept. 16, 2020. Photo by Crystal Niebla.

Entre los manifestantes estaba Sarah Bennett, quien trabaja virtualmente en su casa y dice que ve a sus dos adolescentes, infelices, asistiendo virtualmente a la preparatoria Wilson.

“Tengo niños que están interesados en aprender”, dijo Bennett en inglés. “Intentan poner atención y se aburren”.

Dijo que la estructura de las clases virtuales es “esporádica”, lo que se ve como una educación de menor calidad. Ella y otras cinco mujeres comenzaron un grupo de Facebook el 16 de septiembre, y en cinco días, dijeron que atrajo a casi mil usuarios en apoyo.

Jessica Ay, madre de un par de estudiantes de la primaria Cleveland, dijo que está lista para mandar a sus hijos al regreso de la escuela. Mientras sus hijos están atrapados en la casa, perdiéndose el desarrollo social, los adultos pueden ir a restaurantes y mercados.

“Estamos hartos de la hipocresía”, dijo Ay en inglés.

Cars passing through honk in support of a protest calling for an in-person classroom option outside the Long Beach Unified School District headquarters on Wednesday, Sept. 16, 2020. Photo by Crystal Niebla.

Cuando se les preguntó si hay una preocupación por el contagio del COVID-19 entre los estudiantes, algunos padres dijeron que no estaban preocupados porque sus hijos ya están acostumbrados a seguir los protocolos de distanciamiento físico, mientras que otros como Ay dijeron que ella cree que los niños son lo suficientemente fuertes para soportar el virus. “Estarán bien si se contagian del coronavirus”, dijo ella.

Bennett dijo que mientras algunos padres tienen el privilegio de trabajar virtualmente en la casa, otras familias pueden tener problemas de conectarse al Internet o encontrar servicios de cuidado de los niños, lo que significa que “[ellos] se quedarán atrás [en la educación] por culpa de este formato”.

Los maestros y los padres tuvieron una caravana de vehículos a principios de agosto para protestar el mandato del distrito que obligó que los maestros trabajaran en salones de clases vacíos mientras daban sus lecciones virtuales a los estudiantes. El distrito luego retiró su mandato, ya que los manifestantes dijeron que también podría poner a los maestros en riesgo de contagiar el virus entre ellos.